Cuando eres rechazado por esa persona especial, la reacción que ocurre en tu cerebro es similar al dolor físico.
Recientemente el equipo de Tor Wager de la Universidad de Ann Anbor De michigan (EEUU)
han llevado acabo un estudio que muestra que el rechazo social activa las mismas zonas cerebrales que el dolor físico.
Para ello solicitaron a un grupo de voluntarios cuya característica en común fue haber sufrido en los últimos 6 meses una ruptura amorosa traumática.
El experimento consistió en que los participantes veían fotos de sus ex parejas mientras recordaban alguna experiencia pasada con el ser amado.
Simultáneamente, los investigadores observaban su cerebro mediante imágenes de resonancia magnética.
Estás imágenes se compararon con las correspondientes a una experiencia de dolor físico producido por una pequeña quemadura en el brazo, similar a "Como si se derramara una taza da café caliente. Es doloroso pero tolerante."
En ambos casos, su cerebro activó la misma región, como si el dolor emocional y físico fuesen capaces de despertar la misma área cerebral.
Concretamente se trataba del córtex secundario somatosensorial y así como la ínsula dorsal posterior, que reaccionaron activándose por igual en ambas situaciones.
El amor duele, y parece que para nuestro cerebro al menos tanto, como si nos quemáramos o nos dieran un pisotón.
