Aunque al principio se necesita un periodo de adaptación, y especialmente en invierno, puede parecer poco apetecible una ducha con agua fría. Son muchos los expertos en la salud que lo recomiendan especialmente como un estimulador del sistema inmunitario.
Desde el instituto biológico de la salud, el Doctor Domingo Pérez León reconoce que en general los cambios térmicos son especialmente indicados para estimular el sistema inmunológico. Por lo tanto el agua fría, el calor o le hambre, contribuyen al poner "Alerta" a ese sistema.
En general, las duchas con agua fría son estimulantes, mientras que las duchas con agua caliente son muy relajantes, por lo que una buena elección sería; Ducharse con agua fría cuando queramos estar activos y despiertos y una ducha con agua caliente cuando estemos cansados y queramos estar tranquilos y relajados.
Además el doctor Domingo nos dijo que: "Ducharse con agua caliente ayuda a las personas que tienen problemas para conciliar el sueño".
