Lee Charie, un britanico de 32 años, regresó a su casa con una cuarta parte de su craneo en el equipaje de mano.
El equipo medico logro salvarle la vida, pero tuvo que quitar una cuarta parte de su deshecho y triturado craneo, después de que se precipitara desde una altura de 22 pies en su hotel en la isla, Tailandia, en diciembre del año pasado. Ahora su cabeza tiene una parte blanda, como lo que pasa con los bebés recién nacidos, y aparece deformada por un costado.
Al parecer, los doctores planean usar el craneo partido como un molde para fabricar una placa de titanio.
El paciente, que empezo a hablar y caminar de nuevo hace poco tiempo, sigue un estricto control por parte de un médicode Tailandia, que además viajó con ell de vuelta a su hogar, en Inglaterra.
El paciente, que empezo a hablar y caminar de nuevo hace poco tiempo, sigue un estricto control por parte de un médicode Tailandia, que además viajó con ell de vuelta a su hogar, en Inglaterra.